jueves, 25 de noviembre de 2010

Cultivos transgénicos y riego con Pivot

Cultivos transgénicos y riego Pivot en BrasilBrasil aceleró hace unos cuantos años la tecnificación de su agricultura, especialmente al tantear la posibilidad de plantar cultivos transgénicos. Hoy es el segundo país en área agrícola con transgénicos del mundo, por delante de Argentina y detrás de Estados Unidos.

Brasil plantó 21,4 millones de hectáreas con cultivos genéticamente modificados en 2009, un 35% más que en 2008. Para 2010 se estima un área total de más de 24 millones de hectáreas (17,2 de soja, 7,1 de maíz y 0,25 de algodón). Así, en soja, el 76% de la superficie total será de transgénicos, mientras que en maíz superará el 55% (incluyendo áreas de verano e invierno).

En un establecimiento agrícola de 600 hectáreas brasileño, que riega casi la mitad del terreno mediante sistemas de irrigación con Pivot, se realiza una rotación maíz-trigo-poroto en el área irrigada, en el resto del área se rota maíz-trigo y soja. Se planta maíz resistente a lagarta cogollera, excepto lo que corresponde al maíz refugio. Esto implica un aumento en el costo por el mayor precio de la semilla respecto a la tradicional, pero el rendimiento es hasta un 10% superior. Esto puede suponer entre 1,5 y 2 toneladas por hectárea, lo que compensa y supera el sobrecosto, siempre que el maíz tenga un precio razonable. Además se ahorra en aplicaciones de insecticidas, que pueden ser muy costosas cuando el ataque de la plaga es intenso.

En esta explotación ser invirtieron unos 3.500 dólares por hectárea en el sistema de riego que cubre casi la mitad de su área agrícola. El costo operativo de la irrigación es básicamente de energía eléctrica. El objetivo es obtener un promedio de 12 toneladas de maíz por hectárea en las áreas con riego, contra de 9 a 10 que se obtienen de media en el área sin riego. Esto cuando no hay sequía.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Ganadería intensiva bajo Pivot central

Cabezas de ganado y Pivot centralPara tratar este tema debemos hablar de una serie de temas básicos: la necesidad del prado y su mejora, cómo escoger la parcela de terreno, la siembra, la división de porciones del círculo regado, la definición del área de reposo...

El riego se hará según las necesidades del cultivo, teniendo en cuenta que son perjudiciales los lugares con jornadas invernales cortas. Los días con temperaturas inferiores a 15º se reduce la producción de materia seca, hasta en un 60%. El prado debe considerarse como un tipo de cultivo más, fertilizándolo según sus necesidades.

El terreno debe ser lo más llano posible si se emplea un Pivot de riego central para regar la parcela. El suelo debe drenarse correctamente, ya que debido al pisoteo del ganado, si no está mínimamente drenado, la pradera puede dañarse gravemente. El agua es un factor limitante, hay que garantizar las necesidades hídricas del cultivo. Depende del área, podría crearse una reserva de agua de lluvia para el riego en épocas más secas.

Las variedades mombaça o tanzania son las idóneas para regiones con inviernos suaves, y la tifton para regiones con inviernos duros. El suelo debe prepararse adecuadamente, corrigiéndolo si fuese necesario. Las correcciones deben realizarse en dos profundidades: arado y niveladora, solucionando cualquier carencia de fósforo, calcio y magnesio.

La simiente debe ser de gran calidad para adelantar la germinación. La siembra puede realizarse con sembradora, con una leve compactación sobre la simiente, favoreciendo así la germinación. Es imprescindible un buen riego tras la siembra.

Según la pradera, se dividirán los sectores, que van a coincidir con el número de días del ciclo de la variedad seleccionada. Una opción es la cerca radial, donde cada sector es un quesito: suele emplearse una valla electrificada con un espacio para el paso de la rueda del Pivot de riego.

El agua para el ganado se almacena en bebederos para unos dos días (uno o dos bebederos por lote). Puede derivarse la tubería de alimentación del Pivot para abastecerlos mediante una motobomba. Los trozos de sal mineral dependerán del tamaño y tipo, y se pondrán en una zona protegida de la lluvia.

Cuando se produce leche sobre pasto regado lo importante es la calidad del alimento. Hay que fertilizar la pradera, y las necesidades de riego variarán según las regiones.