Los afectados de Medina del Campo se quejan de que «las denuncias no han servido para nada»Motores eléctricos, tubos de riego, transformadores, autobombas, cables de alta tensión, generadores, radiales... Desde hace algo más de dos meses, sobre todo durante los fines de semana, estos y otros muchos elementos agrícolas se han convertido en objeto del delito. Los ladrones buscan, sobre todo, el cobre y el aluminio con los que están hechos muchos de ellos.
Agricultores como Eliseo Venganzanes Pesquera o José Ángel García Vara ya han interpuesto ante la Guardia Civil y la Policía Nacional más de cinco denuncias durante el mes pasado, pero su desesperación va en aumento cada día que pasa. Creen que están siendo víctimas «de una banda organizada», según José Ángel. Consideran que la situación tan grave que ya han empezado a movilizarse en las juntas agropecuarias.
Fuente el Sol, Gomeznarro, Rubí de Bracamonte, La Seca, Bobadilla, Ventosa, San Vicente del Palacio y Medina del Campo, son sólo una pequeña muestra de las localidades donde «una banda de malhechores actúan con alevosía y nocturnidad casi todos los fines de semana», como afirma José Ángel. Según los afectados, los cacos aprovechan estos meses de invierno, donde la actividad en el campo es menor que durante el verano, para «desvalijarnos los aparejos del campo, los cables de alta tensión, los transformadores y las naves».
Agricultores como Eliseo Venganzanes Pesquera o José Ángel García Vara ya han interpuesto ante la Guardia Civil y la Policía Nacional más de cinco denuncias durante el mes pasado, pero su desesperación va en aumento cada día que pasa. Creen que están siendo víctimas «de una banda organizada», según José Ángel. Consideran que la situación tan grave que ya han empezado a movilizarse en las juntas agropecuarias.
Fuente el Sol, Gomeznarro, Rubí de Bracamonte, La Seca, Bobadilla, Ventosa, San Vicente del Palacio y Medina del Campo, son sólo una pequeña muestra de las localidades donde «una banda de malhechores actúan con alevosía y nocturnidad casi todos los fines de semana», como afirma José Ángel. Según los afectados, los cacos aprovechan estos meses de invierno, donde la actividad en el campo es menor que durante el verano, para «desvalijarnos los aparejos del campo, los cables de alta tensión, los transformadores y las naves».
«No duermo tranquilo»
Aunque el problema no es nuevo, durante los dos últimos meses los delitos ha aumentado de forma considerable. «Yo he puesto cuatro denuncias, la última el pasado viernes, cuando me arrancaron el motor del pivot y los cables de alta tensión», explica Eliseo Venganzanes. Este agricultor, que estima las pérdidas por robos en 10.000 euros, vive en un estado de «ansiedad y desazón». «No duermo tranquilo pensando que me estarán llevando ahora del campo».
A José Ángel, que cifra sus pérdidas en más de 6.000 euros, este mes le han robado los tubos de riego de tres hectáreas.
También se quejan de que las denuncias no han servido para nada y creen que «como la situación siga así vamos a tener que hacer brigadas de seguridad y pasar la noche en el campo para impedir que nos sigan robando».
Con otros afectados, «hartos de ver la pasividad de la administración y de las autoridades», han decido convocar una junta agropecuaria de urgencia para la próxima semana. «No aguantamos más esta situación, hemos llegado al límite», aseguran.
Para ellos, «tanta culpa tienen los que roban como los que compran el material a sabiendas de que es robado». «Seguiremos gastando más dinero en reponer lo que nos han robado; entre todos los recortes de Bruselas y el gasto a mayores salimos comidos por servidos».
>>Ver producto para evitar el robo de cable eléctrico del Pivot
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